Play The Game, el doping y los cambios sociales

El caso fue tan resonante que bien valía una explicación en detalle. Ayer, en el tercer día de la conferencia Play The Game, los periodistas alemanes Hajo Seppelt y Robert Kempe contaron los pormenores de su investigación sobre el doping positivo del cilcista Alberto Contador, registrado en septiembre del año pasado. La historia comenzó cuando Seppelt y Kempe recibieron la información de una fuente confidencial y consultaron a Pat McQuaid, titular de la Unión Ciclista Internacional (UCI), sobre la cuestión. McQuaid negó la versión pero horas antes de que los periodistas dieran a conocer públicamente la noticia, la UCI difundió la especie para desactivar la operación.

El doping fue protagonista de la tercera jornada de Play The Game. Se debatieron los avances y retrocesos, las reglas cada vez complejas, la falta de transparencia y los escasos casos positivos que se descubren, con pocos deportes como el rugby y el ciclismo que concentran la mayoría de las trampas encontradas. La WADA (Agencia Mundial Antidoping) fue otra vez el centro de la polémica, con sus millonadas de gastos y su discutible eficiencia.

Quedó claro que el doping en Europa es una cuestión que aparece en las mesas de discusión sobre el deporte mucho más de los sucede en Sudamérica. La poca participación que se les da a los atletas y la falta de prevención aparecieron como cuestiones a ser tomadas en cuenta. Aún así, todavía el doping suena como un tema secundario para el gran parte del mundo deporte, dejado de lado cualquier tipo de debate.

Pero en Play The Game también hubo lugar para aquellos fenómenos surgidos desde el deporte pero que influyen en el resto de la sociedad. La arquitecta brasileña Isabela Ledo analizó los cambios urbanos que están sucediendo en Río de Janeiro por la preparación de los Juegos Olímpicos de 2016. Muchos vecinos son relocalizados para construir la futura villa olímpica, en medio de conflictos sociales y planes trazados sin consultas con la comunidad. Los más beneficiados, como siempre, parecen los grupos privados.

La profesora Kimberley Schimmel demostró cómo los beneficios que se logran con los megaeventos no llegan a toda la comunidad, sino que muchas veces algunos ganan a partir del padecimiento de los otros. Se crea una zona libre, bien custodiada por las fuerzas de seguridad, que conectan las zonas de competencia y con los espacios seguros. Especies de “no – lugares”, como dijera Marc Augé, preparados para recibir a los turistas y servir de marco para el evento.

Finalmente, el periodista Fernando Molica analizó el papel de Ricardo Texeira en la organización del Mundial 2014. El presupuesto subestimado, las obras retrasadas, la inversión que prometió ser privada pero es pública. “En 2014 puedo hacer lo que quiera” dijo Texeira, mientras la presidenta Dilma Russef lo mira con desconfianza y las marchas y protestas que piden su salida se suceden.

Por el lado argentino, la periodista Marcela Mora y Araujo presentó en detalle una suerte de mapa sobre las distintas transferencias de Carlos Tevez y cómo el crack de Fuerte Apache fue cambiando de manos muchas veces sin cambiar de camiseta. Mónica Nizzardo, de Salvemos al Fútbol, presentó su película "Futbol Violencia S.A.", en medio de una mesa que presentó interesantes títulos sobre Ruanda y Corea del Sur. Para hoy, la última jornada de Play The Game.

1 comentario:

  1. Buenisimas las cronicas del congreso,lamentablemente, a mayor informacion, menos ganas quedan de admirar el deporte profesional.Abrazo,carlitos

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