Malas películas en el Torneo Argentino

El llamado “Fútbol para todos” permite disfrutar de una cantidad abundante de partidos cada fin de semana en la Argentina. Función continuada de 8 horas en sábado y domingo, más cuatro del viernes, todo lo que sucede en las canchas es accesible para la gran mayoría de los argentinos en forma de gratuita por televisión. Pero, en los últimos tiempos, semejante exposición mediática desnuda más deficiencias que virtudes y entrega escasos momentos de disfrute y excitación para los amantes del buen fútbol.

En la 8ª fecha del Torneo Argentino que acaba de terminar se marcaron 13 goles en 10 partidos. Cuatro equipos ganaron por 1 a 0 y, salvo en Vélez – Olimpo, en ningún encuentro se marcaron más de dos tantos. Los diez equipos que actuaron como visitantes solo marcaron dos veces. Como muestra de las escasas diferencias entre los primeros y los últimos, Argentinos consiguió su primera victoria del torneo ante el entonado Banfield. River, que venía en la pelea de vanguardia, no pasó del empate ante Quilmes, aunque mereció mejor suerte. Colón, que llegaba en la cola de la tabla, se llevó una clara victoria ante el candidato San Lorenzo. Sólo Vélez, con su victoria 3 a 0 ante Olimpo, y Estudiantes, con su triunfo claro ante Boca por 1 a 0, plasmaron en el campo rendimientos aceptables, sin llegar a ser brillantes, que le permitieron acceder a los tres puntos merecidamente.

En el resumen de goles de la fecha podrán encontrarse algunas perlas como el lindo toque de Galeano para Independiente, el bombazo al ángulo de Rojo para Estudiantes y la corajeada de Domínguez para el tercer gol de Vélez. Pero nada dirá de partidos flojos como Argentinos – Banfield y Racing – Tigre. Y de otros que aunque entregaron goles, entregaron poco para recordar. En el fútbol argentino de hoy, lo que resalta son partidos chatos, escasas llegadas y fricción al por mayor. Más grave aún es la dificultad para generar juego asociado y que eso se traduzca en llegadas concretas al arco rival. Mucho menos podemos aspirar a ciertos momentos ligados a la estética y el buen gusto.

En este panorama, probablemente la pasión de un hincha fanático le permita pegarse a la tele y vivir con intensidad los 90 minutos de un partido del Torneo Argentino. Será mejor para eso concurrir al estadio y vivir la pasión que se despliega en el espectáculo, como una forma de suplir las carencias que se muestran en el césped. Pero, desde cualquier lugar donde se viva el fútbol, ojalá algún día encontremos buenos momentos que nos enamoren nuevamente del torneo local. Mientras tanto, en el zapping cobran relevancia los goles de los argentinos en el exterior, como muestra del fútbol que se fue de estas tierras, y las películas de acción repetidas los domingos a la tarde.

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