El Fortín y la memoria

El pasado y el presente de un país pueden rastrearse en un individuo o en algún pequeño lugar. Este lunes, el diario Tiempo Argentino rescató la historia del club El Fortín, de la localidad de Moreno, apropiado por la última dictadura militar que gobernó la Argentina. Lejos del olvido y la resignación, los vecinos aun hoy luchan por recuperar el predio y por saber qué sucedió allí entre 1976 y 1983.

En una fría noche del invierno de 1976, una máquina demolió las instalaciones del club del barrio Parque de Paso del Rey, en el partido de Moreno de la Provincia de Buenos Aires. Los sótanos donde se ubicaban los vestuarios fueron rellenados con tierra y se construyeron caminos subterráneos. El predio fue tomado por la policía, que lo convirtió en un depósito de autos. Atrás quedaron las múltiples actividades deportivas y sociales que albergaba El Fortín, como los equipos de fútbol, las obras de teatro, los talleres de guitarra, los bailes de carnaval y los festivales para juntar plata para la cercana Escuela 19.

En 1979, Julio Asseff fue designado como intendente del partido de Moreno. Asseff dejaría su cargo con la salida del gobierno militar, en 1983. En ese entonces, los vecinos volvieron a rellenar la cancha del club con tierra y El Fortín volvió a participar de campeonatos juveniles. Sin embargo, los autos quedaron amontonados a un costado hasta 1987. En 1993, los socios tomaron la iniciativa de empezar a cavar los sótanos que habían sido tapados por la policía, pero la brigada departamental de Mercedes impidió terminar la tarea. En esos días, en Moreno gobernaba otra vez Asseff, quien había sido elegido democráticamente. Hasta hoy, nada se sabe de lo que ocurrió en los túneles que los militares dejaron bajo tierra.

En la década del ´70, los militares argentinos desarrollaron una gran capacidad de logística y organización para perseguir y desaparecer opositores. Entre los cerca de 340 centros clandestinos de detención organizados, se destacó uno conocido como “Club Atlético”, que estaba ubicado en la Avenida Paseo Colón al 1200, cerca del barrio de la Boca, en el sur de la Ciudad de Buenos Aires. Recibió ese nombre por estar ubicado en las proximidades del Club Atlético Boca Juniors. El antiguo edificio público, que servía como lugar de detención y tortura, luego sería demolido para construir la autopista 25 de Mayo. Por allí pasaron cerca de 1.800 personas entre 1976 y 1977.

Como hoy sueña los socios de El Fortín, con la vuelta de la democracia en “Club Atlético” se realizaron tareas de excavación para recuperar el lugar como espacio de memoria. Se encontraron trozos de telas de uniformes de la policía, botas, botellas, un rosario y se descubrieron algunos sectores antiguos del lugar como el llamado “consejo", donde se reunían los detenidos sin vendas en los ojos, además de algunas celdas y un montacargas.

Como El Fortín, los militares argentinos también utilizaron un campo de golf de Córdoba, aunque en este caso para hacer negocios. En 1978, los hermanos Rodolfo, Alejandro y Carlos Iaccarino debieron ceder bajo amenaza sus bienes valuados en 9,5 millones de dólares. Así fue como los Iaccarino se desprendieron de 25 mil hectáreas de producción agropecuaria en Santiago del Estero y un avión ejecutivo que, en conjunto, tienen actualmente una valuación que supera los 100 millones de dólares. Recibieron a cambio 300 mil dólares en tres documentos y 28 hectáreas de una cancha de golf del Sierras Hotel, en Alta Gracia, Córdoba. Hasta hoy se mantiene un pleito judicial para que se les entreguen esas tierras prometidas, que están en manos del Alta Gracia Golf Club y que podrían valer cerca de 30 millones de dólares.

El Fortín, “Club Atlético” y el campo de golf cordobés son algunos ejemplos de hasta donde llegaron los militares en su Proceso de Organización Nacional, que tuvo en la muerte, la persecución fuera de la ley y la apropiación de lo ajeno a algunos de sus ejes comunes. Por eso, es fundamental ejercitar la memoria, para que nunca más se repita la historia.

2 comentarios:

  1. Es una pena que algunos lugares deportivos sean recordados por cosas que nada tienen que ver con el deporte .

    Un saludo

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  2. el que dice la verdad27 de febrero de 2013, 22:03

    vamoss el fortin

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