Gimnasia (LP) y los despidos compulsivos

“El entrenador murió, calladito la boca, cuando el juego dejó de ser juego y el fútbol profesional necesitó una tecnocracia del orden. Entonces nació el director técnico, con la misión de evitar la improvisación, controlar la libertad y elevar al máximo el rendimiento de los jugadores” dice Eduardo Galeano en su libro “El fútbol a sol y a sombra”. Pablo Fernández ni siquiera tuvo tiempo de ordenar el plantel de Gimnasia (LP) ya que duró sólo 15 días en su cargo. Perdió los tres partidos que disputó y la dirigencia del Lobo platense decidió despedirlo de su cargo hace dos días. “Gimnasia necesitaba una mano, yo tenía confianza; no pudimos sacar buenos resultados y me echaron sin saber lo que yo podía dar", dijo Fernández tras ser cesanteado. Gimnasia, un club con un déficit operativo mensual de más de un millón de pesos, deberá pagarle el año entero de contrato. No es la mejor forma de tratar un ídolo del club.

Del 2004 hasta hoy, 6 técnicos pasaron por el banco del equipo de La Plata. Salvo los casos de Pedro Troglio, que estuvo dos años en su cargo, y el de Leonardo Madelón, que permaneció en el banco por 14 meses, los otros tres entrenadores no llegaron al año de contrato. Carlos Ischia y Julio César Falcioni duraron 8 meses cada uno y el colombiano Francisco Maturana sólo 4. La particularidad del caso fue que el Troglio, como Fernández, también perdió los primeros tres partidos que disputó como DT de Gimnasia (ante Independiente, Vélez y Rosario Central), allá por abril de 2005 En aquel momento, los dirigentes tuvieron más espaldas para bancar al técnico y el campeonato siguiente el equipo terminó segundo. A modo de homenaje, en junio de 2006, el club retiró la camiseta número 21, esa que Troglio utilizaba cuando vestía los colores de Gimnasia.

El mismo Madelón debió abandonar su cargo en el Lobo en este mismo torneo. Tras tomar al equipo en una situación comprometida por su bajo promedio de descenso, el entrenador sumó 55 puntos a lo largo de la temporada 2008/09 y dejó al equipo en primera tras una promoción para el infarto ante Atlético de Rafaela, con un triunfo agónico por 3 a 0 en el partido de vuelta. Pero la floja campaña del equipo en el Torneo Apertura lo alejaron de su cargo en la fecha 16, tras la derrota ante Argentinos. Hoy, Gimnasia está en zona de descenso directo. Perdió los últimos cinco partidos que jugó y necesitará sumar muchos puntos en el próximo campeonato para no perder la categoría.

En el campeonato argentino que acaba de finalizar, 9 equipos cambiaron de técnico a lo largo de 19 fechas. Gimnasia es un caso particular porque modificó su entrenador dos veces. Otro caso extraño es el del Héctor Rivoira, quien renunció a la dirección técnica de Atlético Tucumán en la fecha 12 y en la 17 asumió como responsable de Huracán. El mismo Huracán que no pudo sostener en su cargo Ángel Cappa, principal responsable de la brillante campaña del torneo anterior, que abandonó su cargo en la jornada 15. En La Plata se dio otro caso extraño a comienzos de este año, cuando Leonardo Astrada dejó de ser el técnico de Estudiantes en marzo y fue reemplazado por Alejandro Sabella, quien completaría el semestre consagrando al pincha como campeón de América. O sea que el máximo trofeo continental tuvo como responsables a dos entrenadores. Sabella y Estudiantes afrontarán mañana la final del Mundial de Clubes ante el Barcelona.

Sin embargo, el paso de Fernández en Gimnasia no fue tan breve como el Abel Balbo por el Treviso de Italia en febrero de 2009. Balbo fue presentado como técnico del equipo del ascenso italiano, pero los jugadores se negaron a entrenarse porque apoyaban a Luca Gotti, el técnico despedido, por lo que el argentino renunció inmediatamente. “Fui técnico por unos minutos” declaró después.

“El entrenador decía: - Vamos a jugar. El técnico dice: - Vamos a trabajar” también escribe Galeano. El trabajo del técnico se ha vuelto más importante en los últimos tiempos, dijo Cappa ayer en TyC Sports, porque muchos de los futbolistas que llegan a jugar en primera tienen deficiencias técnicas que deben corregirse. Esa situación, afirmó Cappa, antes no era tan común.

El cargo de entrenador en la Argentina se ha vuelto pasatista. Los técnicos llegan a los clubes con la obligación de conseguir resultados inmediatos ante las urgencias de los dirigentes y los hinchas, que desde el costado exigen máximo rendimiento en el menor tiempo posible. El presidente de Gimnasia, Walter Gisande, supuestamente echó a Fernández porque no soportaba la presión de los hinchas. La diferencia es que Gisande no solo es hincha sino también es dirigente, por lo que no debe actuar bajo esa lógica. Los directivos de Gimnasia, y todos los del fútbol argentino que despiden entrenadores en forma compulsiva, deberían ser responsables por las decisiones que toman y sostenerlas en los hechos, porque para eso fueron elegidos, para decidir. Porque si uno sabe que si pierde tres partidos debe irse, no se puede trabajar.

1 comentario:

  1. Muy bueno el post Javier. La dirigencia en general del fútbol argentino está en problemas, pero la de Gimnasia es en especial una vergüenza, lo de Fernandez es un papelón y una guachada. Parece que la B es una cita casi obligada en este contexto.
    Muy buenas las citas de Galeano.
    Un beso

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