Estudiantes Campeón de América


El segundo gol de Estudiantes ante Cruzeiro es un buen reflejo del equipo campeón. Verón, el jugador-símbolo, tiró el corner preciso para que Mauro Boselli, el goleador, estampara el cabezazo que se convirtió en el segundo gol del partido, el que le permitió al pincha ganar una nueva Copa Libertadores después de 39 años. Boselli selló así el 2 a 1 definitivo, que le permitió a Estudiantes dar vuelta el partido, nada menos que en Brasil, y alcanzar la gloria.

Estudiantes fue superior a Cruzeiro y ganó merecidamente. Durante los primeros 20 minutos, el partido fue bastante estático, de control de pelota, con pocas llegadas a los arcos. Cuando a los 21 minutos Boselli pifió una bolea dentro del área que pudo terminar en gol, el encuentro empezó a abrirse y los dos tuvieron chances de marcar. No fueron muchas las situaciones claras, pero el partido mostró movimientos en las áreas, o cerca de ellas. A los 6 minutos del segundo tiempo, Enrique (con desvío en Desábato) marcó el gol de Cruzeiro, pero Estudiantes demostró que le sobra carácter para afrontar momentos adversos, como si se tratara de situaciones que no le son extrañas. Seis minutos después, Verón metió el primer pelotazo profundo y la endeble defensa brasileña no pudo responder. Cellay recogió el pelotazo de la Bruja, llegó al fondo por primera vez y su centro fue empujado al gol por la Gastón Fernández. A los 27 minutos, Boselli cabeceó el centro de Verón y puso el 2 a 1 definitivo. Estudiantes hizo justicia con su historia y consiguió la Copa Libertadores nuevamente.

Estudiantes de La Plata tuvo su época de mayor gloria deportiva en la década del ´60, en medio de un proceso de modernización de la Argentina que nació de la mano del modelo desarrollista, impulsado por el presidente Arturo Frondizi. Este modelo implicaba, en otras cosas, la llegada al país de numerosas inversiones extranjeras y de filiales de las grandes empresas multinacionales. En el fútbol, esta modernización estuvo vinculada al espectáculo, con altas inversiones económicas para comprar jugadores importantes, sobre todo brasileños, y con la adopción de esquemas tácticos y de entrenamiento propios del fútbol europeo. El cuadro platense fue el principal referente de este paradigma en el ámbito futbolístico.

En Estudiantes, la figura del técnico Osvaldo Zubeldía fue quien impuso los valores que caracterizarían a un equipo que sería multicampeón: trabajo, disciplina, juventud, fortaleza, dinamismo, humildad, buena preparación física. Desde algunos medios como la revista El Gráfico se exaltaban esas virtudes como medios para alcanzar la victoria, virtudes que hasta se reclamaban para la nación toda. Ese equipo pincharrata fue el primero de los no denominados grandes en conseguir un torneo local en 1967. Luego conquistó tres Copas Libertadores (1968, 1969 y 1970) y una Copa Intercontinental (1970).

Esos valores del equipo de Zubeldía bien pueden aplicarse a este campeón 2009, dirigido por Alejandro Sabella y comandado por Juan Sebastián Verón. Pero a la disciplina y a la fortaleza, este Estudiantes le agregó fútbol, pelota al piso, inteligencia para manejar los tiempos de los partidos, precisión para definir en los momentos precisos. En toda la Copa, jugó 16 encuentros: ganó 10, empató y perdió 3. De octavos de final en adelante, sumó 6 victorias y 2 empates. Nunca se fue derrotado en los duelos mano a mano. Números que reflejan las virtudes de un equipo que hace honor a su historia.

1 comentario: