Huracán, el fútbol y la guapeza


La victoria de Huracán por 3 a 0 sobre Arsenal deja al Globo a las puertas del segundo campeonato de su historia. Con solo empatar ante Vélez en la última fecha será el nuevo campeón del fútbol argentino.

No es menor que un equipo de barrio conquiste un campeonato. Pocos equipos deben estar identificados con un espacio como Huracán con Parque Patricios. Son esos vecinos, esos hinchas, esos técnicos, esos dirigentes, esos jugadores, los que a lo largo de la historia han conformado las marcas emblemáticas del barrio y del club, que afloran en este equipo dirigido por Ángel Cappa.

En su libro “Haciendo amigos a las piñas” el antropólogo José Garriga Zucal afirma que ser hincha de Huracán es una de las formas de relacionarse con el barrio de Parque Patricios. Entre los referentes de la hinchada quemera se destacan dos: Herminio Masantonio y Oscar “Ringo” Bonavena.

Masantonio fue un delantero que se destacó en la delantera del Globo entre 1931 y 1943. Además de ser recordado por los 254 goles marcados en el club, permanece en la memoria de los hinchas por la guapeza que mostraba en el campo de juego.

Bonavena nació en Parque Patricios y era hincha fanático de Huracán. El Ringo, legendario boxeador ya fallecido, dijo alguna vez que él era “el más guapo de la hinchada de Huracán”. En un deporte de guapos como el boxeo, Bonavena demostró su fuerza y su destreza como pocos. Bonavena y Masantonio tienen su monumento y su calle en Parque Patricios.

La idolatría hacia estos dos personajes bien podría ser un punto de partida para explicar los enfrentamientos de ayer entre miembros de la hinchada quemera, que dejaron dos muertos. Pero Parque Patricios también es la cuna del tango y de grandes jugadores de fútbol, de buen pie, como René Houseman, Carlos Babington, Miguel Brindisi y muchos más. Pocos equipos en la historia del fútbol jugaron como el Huracán campeón de 1973.

Esa síntesis entre guapeza y buen juego probablemente quede expresada mejor que nadie en Mario Bolatti, el volante central de este Huracán. Porque a diferencia de la mayoría de los cincos modernos, Bolatti quita y juega, marca y destruye, defiende y ataca, evita goles en el arco propio y los marca en el rival. Ya lleva 5 tantos en este torneo.

Lo curioso de Huracán, al menos en esta época del fútbol argentino, es que privilegia el toque, al pelota al piso, el juego de ataque, la llegada al área rival, por sobre la solidez defensiva, la pelota parada, las dos líneas de cuatro, tan comunes por estas épocas. Es el equipo más goleador del Clausura y no marcó ni un sólo gol de penal ni de tiro libre. Sus 35 conquistas están repartidas entre 12 jugadores.

Habrá que esperar hasta el domingo 5 de julio para saber quién es el campeón del Clausura 09. Pero más allá del resultado final, los hinchas de Huracán pueden estar orgullos del equipo que defiende sus colores. Masantonio y Bonavena, en algún lugar lejano, deben estarlo.

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